Febrero, mes del amor y la amistad... Ay, el amor!
Y ella dijo no.
Noche lluviosa,
lagrimas de mil estrellas,
dolor del desamor,
sonrisa que a mi alma no tocó.
¿Estás aquí, escondida en mi soledad?
Yo no sé dónde estoy, encuéntrame,
no quiero perderme más en este cuarto lleno de vacío,
donde el frío que siente mi corazón,
no me permite sonreír por miedo a gritar.
Lagrimas que caen por el silencio que enmudece a tus labios.
Adiós del pasado, no quiero que vuelvas más.
¿Por qué te recuerdo? Sin merecerlo tienes de mí el permiso,
sin yo quererlo estas aquí, conmigo.
Cuerpo hermoso, diosa latente de un reinado de ensueño.
Sueño contigo, pero vivo sin ti.
Vivo por ser contigo,
muero por existir sin ti.
Hay algo en el pasado que no alcanzo a comprender,
hay algo que por ti he hecho,
pero hay algo que por ti no haré.
Tiempo, transcurres incesante en tu marcha de horas y minutos,
no tienes piedad por el que ruega un segundo de tranquilidad,
un segundo en reconocer,
un segundo en poder llorar,
enjugar el pasado que en el presente está.
¡Ah, pequeña rosa! Oculto entre tus pétalos el corazón le entregué.
Amiga roja, compañera de ensueños, suspiro de esperanza,
ahora te busco y no te encuentro.
Perdón te pido por los errores cometidos.
En tu tallo, de rodillas, beso tus espinas.
Comprender acaso debo, pero mi corazón no lo permite.
¿Por qué no lo entiendo?
¿Será que no puedo, será que no quiero?
¡Dios! Tan profunda herida dejo en mi alma ella
que, aunque aceptar debo, a mi alma no llega la resignación.
Palabra dicha en un segundo,
pero la asimilación no encuentro,
aunque ya en suplica, ya en ruego,
ya en un momento de frustración, de ira, de dolor,
pido al pasado que no regrese a mi encuentro,
mas pido, que el anterior segundo de aquel momento,
sea por siempre eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario