Antier puse el punto final a mi nueva novela, aunque esto no
quiere decir que ya esté terminada: faltan las revisiones y correcciones, hacer
cambio de algunos nombres en los personajes y tratar de que un par de tramas
sean más coherentes. Es decir, darme de topes contra la pared.
Será un libro diferente a lo que ya he publicado, tendrá un
poco de novela negra.
Muchas veces me han cuestionado acerca de una tercera
entrega de Bástian y sus amigos, y creo que en un sentido lógico esto sería lo
más factible, pero en lugar de eso unas palabras diferentes lucharon por
plasmarse en la hoja y en el monitor. Y la verdad es que se me hizo una pequeña
obsesión ya que no podía pensar en seguir con algo más si antes no terminaba
este libro. Bueno, hoy estoy más cerca de hacerlo y con mucho entusiasmo y
ganas de ya verlo en forma física. Ya hay alguien muy talentoso trabajando en
la portada –yo aún no he visto ningún guiño de ésta, no quiere mostrar nada
hasta terminarla y eso aumenta la emoción y el misterio.
Cuando escribí Bástian, siempre seremos amigos, lo hice con
la idea de que fuera un solo tomo, una aventura que le sucedió a un grupo de
chicos con su inicio y propio final... síp, lo acepto, el final es un poco dado
a la imaginación del lector y más de una vez me han pedido que les diga lo que
sucedió entre los protagonistas; ah, y que si yo soy Bástian; ah, y que en
quién me basé para crear a los personajes, sobre todo a Jandy. Regla número mil
ocho mil del novel escritor: negar todo, decir incoherencias y contratar a un
séquito de ninjas para que te saquen de la entrevista en menos de un segundo. Sigo
buscando a los ninjas.
Poco después Sergio gritó por salir más, por dejar de ser un
personaje de apoyo para convertirse en el protagonista de sus propias aventuras
y locuras y travesuras. Y cómo no iba a ser así, si el muchacho es un poco,
apenas una pizca, de galán vanidoso que no soportaba la idea de que el mundo no
pudiera conocer acerca de él. Y así nació Hoy y siempre amigos, y con el
segundo tomo también surgió la inevitable cuestión que hoy está tan en boga:
¿será una trilogía?
“¡No! —contesté—. Claro que no... bueno, tal vez... bueno, a
lo mejor... ok, es posible”.
Y aquí se han venido a mi mente y corazón más inquietudes y
miedos acerca de un tercer libro, porque, si he de ser congruente con los
primeros escritos, entonces ¿quién sería la protagonista de un tercero? Por
supuesto que la bella y tenaz Jandy. Lo cual, para mí, representa un gran reto
y creo que también un gran compromiso con el personaje, con su manera de ser y
de pensar, con sus temores, sueños, con lo que quiere de sí misma y lo que
espera en su futuro. Y las inevitables preguntas se fueron acercando a mí
siendo las causas de algunos desvelos:
¿Qué haría una chica sí...?
¿Qué diría Jandy si...?
¿Cómo reaccionaría ella ante una situación u otra?
¡Por Dios! ¡Cómo piensa una chica!
En verdad que hay veces que una mujer te mira y, sin
entender los motivos, sólo bajas la mirada y terminas por confesar tus más
íntimos secretos. Y sólo te estaba preguntando si te apetecía tomar un poco de
agua antes de comer la pizza. ¡Trágame mar!
Sí, nunca pensé en que el primer libro que inició este viaje
fuera una trilogía.
Pero antes de comenzar a escribir una tercera entrega
—afortunadamente ya hay ideas, aunque habrá que releer los libros para saber
qué historias podrían expandirse un poco y qué otras podrían ayudar para darles
un cierre—, tiene que terminar de florecer esta nueva historia más madura, más
terrenal y por completo distinta.
Aunque como dije, aún falta un poco.
Tengo la fortuna de
que las cosas van caminando bien: ya casi tengo la portada, ya conseguí al poeta
que lo va a prologar, ya tengo al impresor. Lo reitero: he tenido siempre la
fortuna de encontrarme con grandes personas que me han ayudado a salir adelante
con mis sueños; todos ellos buenos amigos, todos grandes seres humanos. Gracias
a todos ellos.
Y por supuesto gracias a todos aquellos que han leído alguno
de mis libros, que les han gustado, que me han ayudado a promoverlo recomendándolos
con sus amigos. Sin ellos, sin ti, faltarían los soñadores que complementan la
magia y la fantasía.
Antier le puse punto final a mi reciente escrito, sólo falta
corregirlo, pero desde antes ya venía Jandy susurrando historias entre sueños, viéndome
tras la ventana de la noche con sus grandes ojos avellana y su sonrisa que me
desarma y hace imposible decirle que no. Y ya me dijo cómo quiere que inicien
sus travesías y me dice que en ellas quiere reír, correr, mojarse bajo la
lluvia, hablar de mil locuras junto a Sergio, Javier, Arely y, por supuesto,
por supuesto que sí, tomar a Bástian de las manos para volar entre las nubes no
importando las tormentas. Y por las noches, mientras las estrellas susurren
historias de galaxias y universos, ella me dice que le va a dar un beso, y yo
me sonreí.
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